¿De qué se trata la Experiencia? Conectar la memoria individual de un grupo de estudiantes del colegio OEA IED con el reconocimiento de hechos propios de la memoria histórica del país en el marco del conflicto y la violencia, a partir de prácticas corporales, artísticas, narrativas e intersensibles que posibiliten hacer conciencia de lo vivido hacia la resignificación de sus vidas y el bien vivir ha sido la razón de ser de MemoriArte. Una propuesta esperanzadora que se vale de prácticas propias de la investigación-creación para aportar a la construcción de un futuro distinto como un asunto de verdad, justicia y reparación, pero sobre todo de perdón. Necesitamos frenar la violencia y la desigualdad, narrar lo que nos ha ocurrido hacia la no repetición y la re-existencia; las labores realizadas por MemoriArte y muchas otras voces y proyectos que promueven desde la memoria la construcción de la paz, son una ruta hacia ello.
¿Por qué trabajamos esta experiencia? Una apuesta que surgió inicialmente por el interés de un grupo de docentes al observar la desidia y la apatía que el conflicto armado y su acontecer generaba en algunos estudiantes y docentes de la institución. Una guerra que no queríamos ver, en la que no creíamos y a la que no nombrábamos. De manera que una de las primeras intencionalidades de Memoriarte fue hacer ruido, generar solidaridad y empatía, minar la indiferencia frente a los agravios del conflicto y las violencias. Fuimos andando camino y entendiendo que no sólo se trataba de actuar como observadores y que el conflicto y la violencia no estaba afuera, estaba allí en nosotros, en nuestros estudiantes, en las aulas, por generaciones hemos sido herederos de la guerra y estar hoy en una ciudad como Bogotá ha hecho parte de ese sendero.
Así que los propósitos iniciales se transformaron, al igual que las herramientas para acceder a ellos: decidimos entonces, apostar por las subjetividades de los estudiantes vinculados al proyecto hacia la resignificación de sus vidas. ¿Cómo llegamos a ello? Trascendiendo lo netamente expositivo o demostrativo frente a lo que ocurría con el conflicto, situándonos ahora en la realidad de nuestra institución como receptora de un amplio grupo de niños, niñas y jóvenes que en condiciones de vulnerabilidades diversas pasaron a formar parte de la población estudiantil. Entender que debíamos hacer algo desde donde nos encontrábamos como docentes, habilitando rutas hacia un mejor vivir, que posibilitaran ayudar a hacer conciencia de lo vivido, transitar el dolor (en la medida de lo posible), reparar, narrar, experienciar hacia la resignificación de las vidas de los estudiantes y padres participantes del proyecto.
¿Cómo desarrollamos la experiencia? Enunciando una ruta que se ha construido con el paso de los años y que ha guiado hacia el hacer conciencia de lo vivido, a través de las historias de vida de los estudiantes participantes, sus padres, sus abuelos, sus ancestros, alrededor del conflicto armado y la violencia en Colombia, reconociendo los modos en los que ha afectado sus vidas. Un ejercicio que ha implicado experiencialmente hacer uso de prácticas: corporales -en las que el cuerpo se asume como una construcción cultural que posibilita percibir nuestros modos de relacionarnos con el mundo y los múltiples significados y símbolos que de allí emergen-, intersensibles -que abogan por los modos sintientes en los que percibimos al mundo, nuestras vidas, nuestra historia- y artísticas para activar la conciencia y el recuerdo de lo vivido, para dar cabida a la investigación del sí mismo, y en especial para proveer un sendero hacia la resignificación y la re-existencia de sus vidas. Permitiendo a su vez, ir hilando la memoria histórica de las narrativas del conflicto, la violencia y la guerra con la memoria individual y familiar de la población vinculada. En tal sentido, las prácticas y procesos propios de MemoriArte se han realizado de manera permanente en las clases de algunos grupos de ciencias sociales, como centro de interés de la jornada extendida y de manera ocasional con la población no directamente vinculada al proyecto a través de actividades colectivas y masivas de carácter institucional a lo largo varios años en los que el carácter investigativo del proyecto ha sido continuo dando lugar al encuentro de nuevas rutas, herramientas, hallazgos que han posibilitado dar vida constante a sus premisas.