Esta experiencia tiene lugar en la Institución Educativa Carlos Vieco Ortíz, en la comuna 13 de Medellín.
Autor: Julián Andrés Escobar Gómez
Presentación
Esta experiencia no tiene inicio en una institución educativa como tal. Comenzó en el año 2018 cuando mi mejor amigo y yo queríamos instaurar un proyecto comunitario para dejarle algo positivo a la Comuna 13 de Medellín, de la que fuimos parte pues vivimos allí por tres décadas juntos. Por cuestiones del destino, el proyecto no se llevó a cabo. Mi mejor amigo, Manuel Felipe Novoa Ríos, falleció en un accidente de tránsito el 4 de diciembre de 2018 y unos meses después yo tuve que salir de la comuna a causa de amenazas de muerte por haber sido testigo directo de un crimen que alguien más cometió. Ante tales circunstancias, el proyecto quedó en el aire y no pudo realizarse. Posteriormente llegó la pandemia y, como yo estaba lejos del hogar, no pensaba en realizar ese proyecto con las medidas restrictivas a la movilidad y, menos aún, viviendo en otra comuna.
No obstante, el destino me ha privilegiado porque en el 2021 pude regresar a la Comuna 13. Esta vez, ya no como habitante, sino como profesor. Es bonito ver cómo, desde una perspectiva diferente, ahora puedo recorrer nuevamente parte de las calles que antes ocupé y veía como cotidianas. Cuando regresé de inmediato los recuerdos de aquel proyecto volvieron a mi mente: ahora con el privilegio de poder ser escuchado como docente. En memoria de mi mejor amigo, pude desarrollar nuestra idea de dejarle algo a la comunidad, algo relacionado con la paz.
Ahora, pienso firmemente que mis estudiantes no deben volver a vivir experiencias similares a las que yo he vivido en el pasado. Por ello tenemos en las clases de ciencias sociales, en la Institución Educativa Carlos Vieco Ortíz, diversos elementos que nos ayudan a reflexionar e interiorizar lo que debe ser una cultura de la paz. No solamente enfocarnos en las clases de historia, geografía o democracia, sino apropiarnos de otros conocimientos que también nos aporten desde otras experiencias para no volver a repetir los hechos que han producido el conflicto. En primer lugar, tenemos la reflexión, en segundo lugar, la apropiación, para luego darle paso a la transformación.
Este proyecto no tiene una fecha de vencimiento porque el objetivo es luchar por la transformación de la realidad de los estudiantes, hacer todo lo que esté en mis manos para que, desde el aula, podamos comprender que la violencia no puede seguir ocupando más espacios de la vida cotidiana y luego llevemos a la práctica real aquellos conocimientos adquiridos: el deber es transformar a aquellos que van a cambiar el mundo (idea atribuida a Paulo Freire).
Presentation